Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 89 Tú eres mi rocío matutino

Charlotte no podía esperar para verlo. Con su cabello dorado ondeando, salió corriendo descalza.

Jessica sonrió. —Ponte los zapatos, rápido. El señor Hawkins se preocupará.

Pero a Charlotte no le importaba. Estaba hipnotizada por el gran piano frente a la ventana de piso a techo.

Frederick lo hab...