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Capítulo 309 No llores

Hablaba con una voz suave y dulce.

Las mejillas de Charlotte se sonrojaron un poco. —Deja de decir tonterías. ¡No soy tu esposa!

Dentro del coche, había un leve olor a alcohol.

Frederick se recostó, le tomó la mano suavemente y acarició el anillo en su dedo. Murmuró: —Aún llevas el anillo. Si no ...