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Capítulo 503

No es de extrañar que la mano de Alejandro se sintiera como un horno cuando la visitó, y no es de extrañar que estuviera inconsciente. Su herida seguía infectándose. Su salud estaba mucho peor que la de Iván. Iván estaba en mucho mejor estado.

Pensando en Iván, Elizabeth agarró su teléfono. Justo c...