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Capítulo 31

—¡Todavía eres mi esposa! Aunque no te importe tu reputación, ¡a mí sí me importa la mía! —espetó él, con los dientes apretados y el ceño fruncido.

Si Lily se enteraba, su divorcio sería de dominio público.

¡De ninguna manera Alexander permitiría que este desastre ocurriera bajo su vigilancia! Has...