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Capítulo 411 Simplemente sé bueno

Isabella no podía escupir nada, pero las náuseas eran insoportables.

Al escuchar la voz de Sebastián, casi de manera refleja, quiso vomitar.

¡No quería escuchar más sus dulces palabras!

—Isabella —la nuez de Adán de Sebastián subió y bajó, y después de un rato, finalmente encontró su voz y pregun...