Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 197 He venido a admitir mis fechorías, a aceptar mi castigo

Podía ser frío y despiadado, arrogante y engreído, pero también atento y tierno como un arroyo suave. Así era él.

¿Cómo logró Sebastián detenerse a comprarle un sándwich en medio de su acalorada discusión? Aunque ella tenía tanta hambre que su estómago rugía, seguían discutiendo acaloradamente.

De...