Capítulo 4 Encuentro inesperado
—Oh, Lily...
—Mmm, no eres Lily, eres mi preciosa gema, mi tesoro.
—Sigue llamando, sigue gritando por ayuda, deja que papi haga lo que quiera contigo.
Justin repitió las palabras de Daisy, su voz era aún más fuerte que la de ella.
Poco después, los vecinos no pudieron soportarlo más y golpearon la pared, diciendo:
—¡Maldita sea, ¿pueden bajar el volumen?! Es medianoche, ¿realmente tienen que ser tan intensos? ¿No saben que el aislamiento acústico aquí es terrible?
Al escuchar la reprimenda del vecino, Daisy vio un rayo de esperanza e intentó gritar pidiendo ayuda, pero sus labios fueron cubiertos nuevamente por el hombre.
La lengua caliente del hombre invadió su boca con fuerza, y a pesar de la desesperada resistencia de Daisy, no pudo escapar.
Daisy intentó empujarlo, pero la fuerza física de Justin la abrumó. Al final, sus intensos besos y mordiscos se sentían tanto insoportables como inseparables.
No fue hasta que Daisy casi se asfixió y perdió completamente la fuerza para resistir que él aflojó su agarre, solo para continuar levantando sus piernas y embistiéndola sin piedad.
Una y otra vez, cientos de veces, sus pesados testículos golpeaban las nalgas de Daisy, haciendo un sonido de palmadas. Su pecho pálido también estaba cubierto de moretones, y su entrada florida estaba llena de fluidos blancos y ardientes.
Finalmente, Justin se desplomó sobre el pecho de Daisy, chupando su pezón y embistiéndola mientras eyaculaba en su útero. Luego, se quedó dormido.