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Capítulo 123 Solo se espera que sirvamos al señor

En un momento repentino, mientras la mano de Lela se deslizaba sobre sus abdominales, algo se rompió dentro del Maestro Sylvester Gomez. No hubo tiempo para preguntarle a Lela sobre su infancia; la soltó y corrió torpemente hacia el baño.

Poco después, los sonidos de lavado y enjuague resonaron des...