Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 97

—¡Ay! —Él se quedó quieto, sin esquivar mientras su patada aterrizaba, haciendo una mueca exagerada—. ¡Cariño, eso duele!

Teresa, al ver al hombre vestido solo con sus calzoncillos, se enfureció aún más. Le dio una patada con ambos pies, uno tras otro.

—¡Agh, amor, estoy acabado! —En un movimiento...