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Capítulo 57 El desconcertante incidente del ahogamiento

—Solo aguanta un momento —dijo Carlos. Se mordió la muñeca y de repente untó sangre en la herida de Angela.

—¿Qué estás haciendo? —gritó Angela de dolor. Mordió su labio, soportando la agonía por un rato, pero el lugar donde se aplicó la sangre fresca milagrosamente redujo la hinchazón.

Algo asomb...