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Capítulo 152 No apuesto su vida

Sin embargo, el hombre no se atrevió a detenerse. Pisó el acelerador de nuevo, haciendo que la furgoneta avanzara como una flecha mientras el coche de Carlos detrás de él se volvía cada vez más amenazante.

Por otro lado, Carlos igualó la velocidad de la furgoneta, imperturbable por la falta de fren...