Read with BonusRead with Bonus

142: Otra vez no, cariño

Alice seguía mirándome fijamente, con los ojos clavados en el anillo de mi mano izquierda, como si ese pequeño objeto pudiera contar una historia mucho más compleja de lo que ella podía imaginar. Su mirada constante seguía cada uno de mis movimientos, como una víbora observando a su presa. Era famil...