Read with BonusRead with Bonus

Capítulo setenta y cuatro

—¡Despierta! —gritó de repente Sinclair, haciendo que me despertara de un salto, con el corazón latiendo desbocado.

—¿Por qué harías eso? —jadeé, llevándome la mano al pecho, tratando de calmar mi corazón.

—Parte de tu entrenamiento, levántate —dijo casualmente mientras me entregaba una taza de té...