Read with BonusRead with Bonus

Capítulo sesenta y cuatro

—¡Damien, no puedes estar hablando en serio! —exclamé, con los ojos abiertos de sorpresa y horror. No hay manera de que él mataría a su propio hijo, ¿verdad? Pasó por todo este dolor para volverse humano porque deseaba un hijo con tanta desesperación. ¿Es siquiera posible que pudiera soportar matar ...