Read with BonusRead with Bonus

Capítulo sesenta y dos

—Siento que hayas pasado por todo ese dolor por mí —susurré, trazando mi dedo por el pecho desnudo de Damien, aún tratando de acostumbrarme a sentir su calor y su corazón latiendo.

—Lo hice por nosotros, y no me arrepiento ni un segundo —dijo, luego se giró de lado, apoyándose en un brazo—. Excepto...