La novia del diablo

Capítulo cuarenta y nueve

Damien me sostuvo la mano mientras caminábamos hacia la casa, acariciándola con su pulgar para asegurarse de que me mantuviera tranquila. Me llevó a la biblioteca, que de repente había sido limpiada y reorganizada, como si Damien y Sinclair no hubieran intentado matarse en esta habitación recienteme...