Read with BonusRead with Bonus

Dulce chica afortunada

Por un momento, Ava no pudo encontrar nada adecuado que decir, solo tragaba saliva y entrelazaba sus delgados y pálidos dedos. Su cerebro reaccionó rápidamente después de unos segundos, y murmuró, —Lo siento.

Freya se burló con desdén, —¿Lo sientes? —su tono llevaba un toque de sarcasmo mientras ex...