Read with BonusRead with Bonus

MÍO

Dos apuestos jóvenes entraron en la sala de reuniones, sus figuras enmarcadas por la luz titilante de las antorchas. Levanté las cejas, sorprendida al observar lo idénticos que eran. Eran gemelos. Altos y vestidos impecablemente con ropa elegante, emanaban un aire de poder sin esfuerzo. Instantáneam...