Read with BonusRead with Bonus

Capítulo setenta y cinco

No. No. No. No.

El miedo que había crecido dentro de mí hizo que la bilis subiera por mi garganta. Las lágrimas se acumularon en mis ojos.

Esto no se suponía que debía pasar.

—¡No! —grité horrorizada—. ¿Qué hiciste? ¡¿Qué demonios hiciste?!

Estaba llorando. Estaba frenética.

Salté del lobo de m...