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HabÃa soportado otros tres dÃas de tortura antes de que Ethan finalmente me liberara, arrojándome ropa. —VÃstete y ve a limpiarte. Tenemos un tercer grupo uniéndose al banquete y el Alfa quiere verte para las preparaciones adicionales. No lo hagas esperar y no digas ni una palabra sobre la visita de Vincent —me gruñó.
Lo fulminé con la mirada mientras caÃa al suelo. Mis piernas temblaban y mis músculos estaban demasiado doloridos para soportar mi peso repentino. Reunà toda la fuerza fÃsica que me quedaba y me puse de pie, poniéndome los pantalones de chándal y la camiseta que me habÃa lanzado. Me ahogaba en la ropa, que era demasiado grande para mà y apestaba a Vincent. Empecé a preguntarme si lo habÃan planeado. Todos sabÃan de la obsesión de Vincent conmigo durante los últimos años. ¿HabÃa planeado Vincent hacer esto desde el principio? ¿Tomar lo que no podÃa conseguir voluntariamente, mientras yo no podÃa defenderme, mientras no habÃa nadie alrededor para detenerlo? Al principio lo habÃa tomado como un ataque oportunista, pero el hecho de que me hubieran obligado a usar la ropa de Vincent me hizo reevaluar la situación.
Ethan me empujó el hombro, causando una ola de dolor que se extendió por todo mi cuerpo, más intensa donde estaban las heridas más recientes. —Muévete.
—Vete al diablo, sádico de mierda —giré para enfrentarlo, golpeándolo en la mandÃbula con un gancho de derecha, dejándole ver un breve destello de mi verdadera fuerza. Gruñó y retrocedió tambaleándose, claramente sorprendido por mi fuerza. Aproveché la oportunidad para correr, a pesar de que mis músculos gritaban de agonÃa al hacerlo.
Hui del agujero de aislamiento, saliendo disparada del cobertizo que lo ocultaba. HabÃa planeado ir directamente a casa de Jake y Faith, pero decidà primero atender la convocatoria del Alfa. Ni siquiera me molesté en limpiarme, fui directamente a su oficina, golpeando la puerta contra la pared al abrirla de un tirón. No me molesté en llamar, ni en esperar una invitación. Tampoco me sometÃ, ni esperé a que me reconociera desde donde estaba sentado detrás de su escritorio. Me quedé allÃ, mirándolo directamente a los ojos. Él habÃa ordenado mi castigo. Ahora que lidie con la vista de los resultados. —¿QuerÃas verme, Alfa?
~Andrew~
Me sorprendió cuando la puerta de mi oficina se abrió de golpe, levanté la cabeza para ver a Alyce parada allÃ. Todo en ella era una falta de respeto, pero no tenÃa tiempo para lidiar con eso ahora. El banquete estaba a dos semanas y necesitábamos empezar a prepararnos antes de lo planeado con la adición de un tercer grupo visitante.
Oscar, mi lobo, se movió hacia el frente de mi mente, su pelaje erizándose ante la falta de respeto que ella mostraba. ¿Quién se cree que es? Le enseñaremos una lección. Rugió en mi cabeza.
SÃ, pero no ahora. La necesitamos ahora, necesitamos que ayude a que este evento salga bien. Tal vez podamos intercambiarla después del evento, para ayudar a formar alianzas. La castigaremos de nuevo después, sin limitaciones esta vez. RespondÃ. Esto pareció complacer a Oscar y se calmó por ahora.
Dirigà mi atención a Alyce. —¡SÃ, aunque di órdenes expresas de que te limpiaras antes de presentarte ante mÃ! —gruñÃ, mostrando mi desagrado, y podrÃa jurar que vi una sonrisa en su rostro antes de que lo limpiara de cualquier expresión. —Tendremos un tercer grupo uniéndose a nosotros para el banquete. Necesitarás empezar a preparar todo lo que puedas con antelación en un par de dÃas. Dado que mis manos están atadas por las circunstancias, te daré dos dÃas libres para que te enfoques en presentarte adecuadamente. Estarás sirviendo en la cocina y de reserva para el personal de servicio durante el evento. Te comportarás de la mejor manera y serás respetuosa mientras nuestros invitados estén aquà o te meteré en el agujero hasta que desees que la muerte te lleve. ¿He sido claro?
Dejé salir mi aura de Alfa mientras le daba las órdenes, sintiendo una satisfacción al verla someterse. Empezaba a preguntarme si realmente era una Omega, mi aura parecÃa incomodarla menos que a otros, incluso aquellos con tÃtulo parecÃan más molestos por ella que ella.
—SÃ, Alfa —dijo—. ¿Qué grupos se unirán a nosotros? Me aseguraré de que se acomoden las preferencias de cada grupo.
—El grupo Moonlight y el grupo Dark Forest de las montañas aisladas, asà como nuestros aliados del este, el grupo Cold Moon. Ahora, sal de mi vista.
La observé salir, cerrando la puerta de mi oficina detrás de ella. Arrojé un vaso vacÃo que habÃa estado en mi escritorio contra la pared con frustración y volvà mi atención a los papeles en los que estaba trabajando.
~Alyce/Faelyn~
Mantuve mi rostro como un lienzo en blanco a pesar de mi deseo de sonreÃr cuando dejó que su aura de Alfa inundara la habitación. Estaba demasiado cansada para lidiar con su ego en ese momento, asà que incliné mi cuello en sumisión solo para que esto avanzara.
Hice una nota mental de los grupos y lo poco que sabÃa sobre ellos. Le preguntarÃa a Faith sobre ellos más tarde. PodÃa sentir que mi adrenalina se agotaba y los eventos de las últimas dos semanas comenzaban a alcanzarme.
Hice una retirada apresurada de la mansión una vez que el Alfa me despidió, dirigiéndome directamente a casa de Jake y Faith. Mi fuerza se desvanecÃa y necesitarÃa su ayuda para limpiarme y atender mis heridas. Cuando llegué a su casa, me dejé entrar, casi colapsando antes de que Jake me atrapara por la cintura, evitando que besara el suelo.
—¡Alyce! —escuché gritar a Faith antes de sucumbir a todo lo que habÃa soportado las últimas dos semanas y desmayarme. Nunca les darÃa a mis torturadores la satisfacción de ver cuánto me afectaron, pero aquà estaba a salvo. PodÃa bajar un poco la guardia y dejar salir todo. Jake, Faith y Matheau eran lo más cercano que tenÃa a una familia. Manchas bailaban en mi visión mientras me desmayaba en los brazos de Jake, sabiendo que tendrÃa mucho que explicar cuando volviera en sÃ, pero por ahora podÃa descansar.