




3
~Andrew~
PodÃa sentir los músculos de mi mandÃbula tensarse; era demasiado temprano en la mañana para esta mierda. Nora deslizó su brazo en el mÃo y me calmé un poco, mis músculos se relajaron. No me gustaba Alyce. Siempre era una espina en mi costado. Su racha de terquedad y actitud obstinada constantemente me obligaban a lidiar con disputas insignificantes entre los lobos más jóvenes de mi manada, generalmente provocadas por sus acciones.
PodÃa sentir la molestia de mi lobo, Oscar, mientras paseaba en el fondo de mi mente. Estaba tan harto como yo de esto. Terminemos con esto. Me gustarÃa tener algo de paz y tranquilidad hoy. Me gruñó.
De acuerdo. RespondÃ.
Nunca habÃa querido traerla a la manada cuando el comerciante la trajo. Nora habÃa insistido en que serÃa una excelente criadora cuando llegara a la edad adecuada. Nunca podÃa negar los deseos de Nora, asà que la compré.
No fue tan malo tenerla aquà en la manada, al menos durante los primeros años. Alrededor del tiempo en que su lobo emergió, también lo hizo su actitud. Fue alrededor de los 13 años cuando comencé a usar otras formas de disciplina, tratando de quebrar su espÃritu. Hasta el dÃa de hoy se negaba a quebrarse, lo que solo me enfurecÃa más.
TodavÃa era demasiado enérgica para ser utilizada como criadora. No entendÃa por qué no se habÃa quebrado aún. Los miembros de la manada la golpeaban regularmente; pasaba incontables dÃas, incluso semanas en el agujero de aislamiento con Levi y Ethan infligiéndole cantidades ridÃculas de dolor. Aun asÃ, aguantaba, lo tomaba como si no fuera nada. No importa, todos tienen un punto de quiebre, y yo lo encontrarÃa. HabÃa pagado el doble de lo que deberÃa debido a su aspecto exótico. HabÃa algo extraño en ella, pero nunca pude identificar qué era.
—Alyce, no se tolerará la falta de respeto en esta manada. ¡Especialmente de una Omega! —escupà la palabra como si fuera un insulto en lugar de su rango—. Pasarás dos semanas en el agujero de aislamiento. —gruñÃ, señalando a Levi y Ethan—. Sáquenla de aquÃ. La necesitaremos para los preparativos del banquete. Desafortunadamente, es la mejor cocinera que tenemos. Lo que significa que la necesitaremos presentable y capaz de moverse a un ritmo decente. Tengan eso en cuenta cuando la torturen. Sin cicatrices nuevas que sean visibles, nada que no pueda sanar en dos dÃas.
~Alyce/Faelyn~
Levi y Ethan dieron un paso adelante, sonreÃan un poco más de lo que me gustaba, pero sus sonrisas se desvanecieron después de que el Alfa les dijo que esta vez tenÃan lÃmites. Agarraron mis brazos y levanté la cabeza, cada fibra de mi ser gritándome que luchara, que no los dejara arrastrarme. SabÃa a dónde iba, sabÃa lo que venÃa. Miré con furia al Alfa Andrew, negándome a dejar que sus palabras me afectaran, porque yo conocÃa la verdad y él no.
Theo y Dean se movÃan inquietos. SabÃa que no estaban de acuerdo con las acciones del liderazgo actual, y ni siquiera conocÃan la mitad de la historia. Theo podrÃa fácilmente tomar una postura, pero nunca lo hacÃa. Probablemente era el único que realmente podrÃa enfrentarse a su padre. En mi opinión, también era culpable, no tan malo como los que realmente cometÃan los actos, pero aún asà culpable. Dean, bueno... No habÃa mucho que pudiera hacer. Ni siquiera se habÃa transformado aún.
Jewel estaba saltando sobre las puntas de sus pies, demasiado emocionada por cómo habÃan resultado las cosas. Puso su mano en el brazo de Theo y trató de acurrucarse a su lado, con los ojos bien abiertos mientras observaba los resultados de su falso berrinche. Él la ignoró, apartándose de sus garras mientras daba un paso al lado, para su desdicha.
Me negué a acobardarme, mirando a todos a mi alrededor, mi mirada se posó en Matheau. Estaba de pie en la parte trasera con sus padres. Las expresiones de Faith y Jake me mostraban cuánto deseaban poder intervenir. Les sonreà suavemente a todos, dejándoles saber que estarÃa bien. Volvà a mirar a los demás, manteniendo la cabeza en alto, —Un dÃa se darán cuenta de la gravedad de sus decisiones, todos ustedes, y yo estaré allà para presenciarlo.— Hablé apenas por encima de un susurro, pero me escucharon, y no me importó. Algunos me miraron como si me hubiera salido una segunda cabeza. Eventualmente entenderÃan el significado de mis palabras.
Ethan y Levi me sacaron de la cocina por la puerta trasera y me llevaron a través del césped trasero hacia una fila de cobertizos. Uno de ellos albergaba la entrada al agujero de aislamiento. Una habitación subterránea que la manada usaba para torturar información de los cautivos, o en mi caso, para intentar quebrar mi espÃritu con dicha tortura. ConocÃa bien la habitación y solo podÃa esperar que las próximas dos semanas fueran un paseo en comparación con la última vez que estuve aquÃ, dadas las instrucciones del Alfa.
Con la información sobre el banquete, comencé a dejar que mis pensamientos giraran. Se celebrarÃa una semana después de mi cumpleaños número 18. SerÃa una gran oportunidad para escapar de la manada. Era un poco más tarde de lo que habÃa planeado, pero la posibilidad de tener una ventaja antes de que notaran que me habÃa ido harÃa que los dÃas extra valieran la pena. ¿Qué piensas? Le pregunté a Aramyth.
Es un buen plan. Tendremos que tener cuidado con tu primera transformación. Si las personas equivocadas lo ven, estaremos jodidas.
Eso deberÃa ser fácil. Matheau y su familia nos ayudarán, de eso estoy segura. Y cuando estemos a salvo y tengamos nuestra manada de vuelta, volveremos por ellos. Aramyth y yo continuamos hablando, tanto que ni siquiera noté cuando me encadenaron a la pared. No fue hasta que sentà el pinchazo de la aguja y perdà contacto con Aramyth que me di cuenta de que estaba comenzando.