Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ocho y cinco

Capítulo nueve de El Alfa y la hija del cazador

—¡Asher!

No sé qué me impulsó a gritar su nombre, pero lo hice. Se detuvo cuando lo llamé, pero no se giró para mirarme. Después de esperar unos minutos y al no decir yo nada, se alejó apresuradamente.

Me senté en el suelo y lloré. No sé por qué me ...