Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cuarenta y tres

—¡Sophia, qué gusto finalmente conocerte! —dijo el lobo de Xiao con una voz tan profunda y fría que me hizo estremecer hasta la médula. Acepté esto del lobo de Xiao. Él mismo tiene una voz fría y habla más de su lobo.

—Es un placer conocerte también —le respondí. Intencionalmente no mencioné ningún...