Read with BonusRead with Bonus

72». EL DÍA QUE PERDIÓ LA CABEZA...»

Apoyo mis manos en la pared que da al horizonte, pensando en qué hacer a continuación. Alaric no descansará hasta que nos encontremos, y ahora hay una posibilidad significativa y absurda de que sepa sobre mi hermana.

Respiro hondo, cerrando los ojos, sintiendo la brisa en mi rostro, moviendo suavem...