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Capítulo 845 Haz que se divorcie

Stella nunca esperó que Alexander dijera eso.

Su nariz comenzó a picar de repente, y las lágrimas se acumularon en el borde de sus ojos.

Ignorando a las pocas personas detrás de ella que observaban con entusiasmo, abrazó a Alexander con fuerza. Y dijo: —No, soy tacaña. Él ya no está en mi corazón;...