Read with BonusRead with Bonus

20. ¡No me llames bebé!

—¡Seré buena, Alaric! —jadeó Mercy mientras yo seguía mordisqueando y besando su cuello. Sabía que la estaba volviendo loca, y ella sabía que yo lo sabía. Su excitación era evidente en la forma en que apretaba las piernas, tratando de no ceder a la sensación. Aunque no quería nada más que continuar,...