El Dom de al lado

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—¡Rebecca Ann Delaney! —La voz de mi madre resonó tan fuerte a través del teléfono que tuve que alejarlo de mi oído.

No tenía ilusiones sobre por qué me estaba llamando. En retrospectiva, probablemente debería haberlo pensado dos veces antes de salir corriendo para salvar a Noah. ¿Quizás debería ha...