Read with BonusRead with Bonus

El regreso

Nunca había golpeado a nadie en mi vida, y ahora todo lo que podía hacer era quedarme allí y ver a Keith retorcerse de dolor. Me asombraba cómo había pasado de asustarme a parecer completamente inofensivo de repente. Tan pronto como empezó a sangrar y llorar, Keith parecía tan débil e indefenso como...