Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 49

Me encogí de hombros, ignorando la insinuación. —¿Dónde están mi peine, cepillo, maquillaje, perfume? —pregunté, abriendo ansiosamente los cajones. Podía entender que Paul no hubiera recordado traer esas cosas, pero ¿cómo demonios no sabían las chicas que debían enviarme mis productos de cuidado per...