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Capítulo 82: Me niego

Ignorando mi dolorosa erección, comienzo con pequeños besos en el interior de sus muslos y luego subo hasta alcanzar mi objetivo: su hendidura húmeda, rosada e hinchada por su orgasmo anterior.

Separando sus pliegues con mis dedos, lamo el área alrededor de su clítoris, saboreando su esencia, y lue...