Read with BonusRead with Bonus

Hasta que amaneciera

Mis pechos desnudos se muestran ante él por primera vez, y el brillo invasor que despierta en su rostro inmaculado no pasa desapercibido para mí. Mis mejillas arden de timidez porque mi hombre mira mis senos como si fueran un regalo precioso de la misma diosa.

Él lo absorbe todo: cada sutil rebote ...