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Hora de comer

A la mañana siguiente, Hazel se despertó y Rhett ya estaba abajo. Podía oler el café recién hecho y su estómago comenzó a rugir. Fue al baño, se lavó las manos y se cepilló los dientes.

Hazel recordó cómo Rhett le había prometido que hoy sería un buen día. Sonrió para sí misma pensando en las posib...