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CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

Taylor tuvo unos momentos de claridad antes de comenzar a entrar en pánico.

—Celia, lo siento por haberte dejado fuera. ¿Puedes despertar? Es tarde y necesitamos irnos a casa —dijo en el enlace entre ella y su loba.

Silencio.

—¿Celia? Dije que lo siento. Por favor, sal, necesito tu ayuda —dijo, a...