Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 36

Emma no podía dejar de temblar. Los temblores sacudían su cuerpo mientras recordaba las manos sucias y pegajosas de Maurice recorriéndola. Su carne sudorosa y grasienta presionando contra la suya, su aliento agrio y rancio, el hedor de su piel... la envolvían y ella quería vomitar. Era repugnante, p...