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Las palabras que decimos

Estella agarró la esquina del escritorio con tristeza.

—¿No le prometiste a mamá esta mañana que aprenderías a hablar despacio? —Benny la miró fijamente—. Si no puedes hablar, puedes llamarnos por nuestros nombres. ¡Te hemos estado llamando, Essie, pero nunca dices nuestros nombres!

Estella abrió ...