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Destinos enredados: cómo navegar por las relaciones y los malentendidos

Estella miró a su padre, que ya estaba en la puerta, y se volvió para mirar a Aubree, que todavía estaba de pie junto al sofá.

Pasaron unos momentos, y finalmente la niña se levantó de mala gana de su silla y corrió para alcanzar a Lucian.

Aubree suspiró aliviada y también los alcanzó.

—Papá —murmu...