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La traición florece

De vuelta en la residencia de los Queen, Alfred tenía una mueca de disgusto después de que Roxanne se fue.

La cuidadora vino a llevarlo a su ejercicio diario, pero Alfred gruñó: —Hoy no haré ejercicio. Puedes irte ahora.

Dicho esto, se volvió hacia Jonathan y exigió: —Prometiste colaborar con el i...