Read with BonusRead with Bonus

Ángeles guardianes: una noche en el hospital

Frunciendo el ceño, Roxanne insistió:

—Estoy bien, y ya no necesito cuidados especiales. No es necesario que te quedes. De todos modos, no puedes descansar bien aquí.

No quería deberle más de lo que ya le debía.

Su voz sonó incómodamente alta en la silenciosa sala del hospital a medianoche.

Un s...