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118- Comadrejas y serpientes — Parte 2

—Si sirve de consuelo, Ángel y yo realmente amábamos a Isabella como a nuestra propia hija. Lamentamos haber tenido que hacerle daño de nuevo. Por favor... dile que lo sentimos. De verdad lo sentimos.

Entonces, como si estuvieran sincronizados, Caleb y Ángel se mueven para cortarse el cuello. Caleb...