Read with BonusRead with Bonus

Setenta y nueve

La luna cuelga baja en el cielo, un orbe fantasmal que arroja un resplandor etéreo sobre el bosque. Las sombras se alargan como dedos largos, y cada crujido de las hojas envía una descarga a través de mis venas. No debería estar aquí, no debería estar corriendo por este bosque oscuro, pero el instin...