Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cincuenta y tres

REMI

Manos fuertes y callosas, cubiertas de tatuajes, se envuelven alrededor de mi cintura y me apartan bruscamente.

El guardia sale de su aturdimiento, parpadea al mirarnos y luego se pone pálido.

—Mis disculpas, Rey Keiran, ¡es que no he bebido en tanto tiempo!

Keiran no le presta atenci...