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Empezando a cruzar la línea

La bañera era demasiado pequeña para los dos, considerando que Lucien es alto y corpulento. Después de algunos chapoteos incómodos y derrames de agua tibia y espuma, Lucien estaba sentado conmigo en el extremo opuesto de la bañera.

—¡Lucien...! ¿Qué estás haciendo? —pregunté en pánico, envolviendo ...