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Parte 41

Aiden se aclaró la garganta a mi lado, con las manos cruzadas detrás de la espalda. Me giré, con la mirada fija en sus zapatos negros y brillantes. Mi respiración era errática, el sonido de la sangre corriendo resonaba en mis oídos, con los labios entreabiertos. ¿Por qué estaba tan nerviosa?

—¡Rose...