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SETENTA Y CUATRO

Su corazón latía con fuerza contra su pecho mientras se giraba rápidamente para enfrentarlo.

—Te dije que me perdí mi última cita —dijo ella.

Observó cómo sus ojos se agrandaban ligeramente antes de entrecerrarse bruscamente.

—Cuatro años, te he follado durante cuatro malditos años sin tener que ...