Read with BonusRead with Bonus

CUARENTA Y TRES

Yalda se había despertado sintiéndose completamente abatida; su fiebre había bajado y ya no le dolía la cabeza, pero aún se sentía desanimada. Tenía muchas cosas en mente y muchas preguntas que no podía expresar. ¿Qué le aseguraba que Alexander no se enfadaría de repente y la amenazaría de nuevo?

N...