Read with BonusRead with Bonus

El apagón

Gracias a mi valiosa amiga, me salvé de la curiosidad de la gente en la oficina. Llegué a mi escritorio y encontré a Vanessa haciendo mis tareas.

Vanessa me estaba esperando en la entrada. Me lanzó una mirada cómplice y me hizo un gesto discreto para que la siguiera a un rincón más privado donde pu...