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No hay furia como la de un compañero despreciado

Neptune arrastró a Morgan por el brazo, lanzándola al césped. Adrian la pateó y se rió mientras ella luchaba por respirar.

—Tus salvadores más vale que lleguen pronto. Quiero asegurarme de que te vean morir —le dijo, arrodillándose a su lado y golpeándola con el puño—. No te desmayes, Luna. No me ...