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Afelio

—¡Aphelion! —la voz estruendosa de mi padre resonó desde justo dentro de la puerta perlada blanca—. Mi querido hijo, ¿cómo estás hoy, muchacho?

Mientras salgo del portal, miro cautelosamente a mi alrededor para ver si hay alguien más cerca. Mi padre está inusualmente alegre esta tarde. Ver a alguie...