Read with BonusRead with Bonus

62. La muerte

MAEVE

Sedona me dejó con más preguntas que respuestas, pero lo único que importaba ahora era que Esmeralda estaba muerta. Su cadáver yacía a mis pies, desangrándose por todas partes. A pesar de la cordialidad que habíamos compartido durante los últimos meses, todo rastro de simpatía desapareció...