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Capítulo 99 El único en el que puedes pensar

Me derrito en el beso. Neil no lo rompe, incluso cuando se levanta de su silla y envuelve sus brazos alrededor de mí. Me atrae hacia él.

Cuando mis manos tocan su pecho vendado, me detengo. Rompo el beso lo suficiente para decir, "No quiero hacerte daño."

"No lo harás," dice Neil contra mi boca, y c...